PRESENTACIÓN

Desde el inicio del Movimiento Misionero Mundial (MMM), formalmente el 13 de febrero de 1963, nuestro fundador Luis M. Ortiz se preocupó por la formación teológica de los obreros que se encargarían de continuar la visión que Dios le dio para estar al frente de la Iglesia de Cristo. Esta capacitación la hizo a través del Instituto Bíblico Elim. Su convicción fue:

“No formamos obreros para la obra; formamos obreros que están en la obra.”

La formación teológica pastoral con visión misionera fue eminentemente práctica. Esto fue difundido en todos los países donde se instaló la obra del MMM. Los entrenamientos fueron cortos, con profundidad bíblica, unción del Espíritu Santo y ministración para los estudiantes cuando se derramaba su poder. El Rev. Rodolfo González siempre incentivó al estudio de la Palabra de Dios. Una de sus frases es:

“El avivamiento vendrá por la palabra de verdad”







ASPECTOS INSTITUCIONALES

El Seminario Bíblico Elim se enmarca en los lineamientos de la formación teológica del MMM, que desde su fundación siempre priorizó la capacitación de obreros con el fin de pastorear la Iglesia de Cristo. Hoy, con la influencia de la tecnología en la globalización, nos encontramos ante nuevos desafíos, el formar pastores de manera integral, cumpliendo a su vez estándares académicos con una formación teológica por excelencia, tal como nos demanda la Palabra de Dios.

La enseñanza está fundamentada en la Biblia como Palabra de Dios, en la Declaración de Fe del MMM y socialmente contextualizada. Nuestra plana docente se encuentra conformada por pastores del MMM de reconocida trayectoria ministerial y cuenta con la asesoría de docentes especializados en los casos que lo ameriten.

“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”


                                                     2 Timoteo 2:15

“A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies”


                                                     Mateo 9: 37-38







Nuestros Valores

El Seminario Bíblico Elim asume los siguientes valores institucionales, entendidos como el marco de referencia que inspira su quehacer en la Biblia como palabra de Dios.

Verdad

La verdad que nos impele es que la mies es mucha.

Vida

La voz que nos llama es el clamor de las almas.

Visión

La visión que nos ilumina es las muchas gavillas.

Pasión

La pasión que nos conmueve es la condición de las almas.

IDENTIDAD DENOMINACIONAL

El Seminario Bíblico Elim, es una institución cuya identidad denominacional se encuentra vinculada a la Iglesia Cristiana Pentecostés del Movimiento Misionero Mundial.


DECLARACIÓN DOCTRINAL

LA INSPIRACIÓN DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS

2 Timoteo 3: 15-17; 2 Pedro 1: 19-21.

La Biblia es la Palabra inspirada de Dios por medio de la cual Él se comunica con su pueblo y la regla infalible de fe y conducta que nos guía con toda seguridad al cielo. A la Biblia no se le puede quitar ni añadir. La Palabra de Dios es inmutable, por lo mismo, sus enseñanzas, preceptos y doctrinas no cambian.

LA SALVACIÓN POR LA FE EN CRISTO

Lucas 24: 47; Juan 3: 16; Romanos 10: 13; Tito 2: 11; 3: 5-7.

La salvación del alma es una transformación que es efectuada en el alma y la vida del creyente. Esta transformación es descrita como un nuevo nacimiento, siendo engendrados por Dios y su palabra.

LA JUSTIFICACIÓN POR LA FE

Romanos 5: 1; Tito 3: 7.

Por medio de la fe el hombre puede ser salvo de la condenación eterna. Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres, gracias a su sacrificio entregado en la cruz, somos salvos.

EL BAUTISMO EN AGUA POR INMERSIÓN, SEGÚN LO ORDENADO POR CRISTO

Mateo 28: 19; Hechos 8: 36-39.

Toda persona que sinceramente se ha arrepentido de sus pecados y ha recibido a Cristo como su salvador, debe cumplir el mandato bíblico de ser bautizado en agua. Así que no querer ser bautizado en agua, conforme lo ordenó el Señor, es desechar los designios divinos.

EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO, SUBSECUENTE A LA SALVACIÓN, HABLANDO EN OTRAS LENGUAS

Lucas 24: 49; Hechos 1: 4, 8; 2: 4.

El bautismo en el Espíritu Santo es la investidura de poder sobre la vida del creyente santificado. Esta experiencia, lo vivió la iglesia primitiva, y en la actualidad se mantiene como una promesa divina para todo aquel que decide consagrar su vida a Dios.

LA SANIDAD DIVINA

Isaías 53: 4; Mateo 8: 16, 17; Marcos 16: 18; Santiago 5: 14, 15.

La Biblia declara que la enfermedad es consecuencia del pecado. Pero la expiación de Cristo se hace provisión tanto para el perdón de pecados, como para la enfermedad. Nuestro Señor continúa sanando hoy, pues ¨Él es el mismo de ayer, hoy y por los siglos¨.

LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO

1 Corintios 12: 1-11.

Para una eficiente labor misionera, es fundamental poseer los dones del Espíritu Santo. Existen nueve dones, de los cuales son clasificados en dones de revelación, poder e inspiración. Sin ellos, la Iglesia carece del equipo necesario para su cabal ministerio, defensa y triunfo contra los poderes del mal.

EL FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO

Gálatas 5: 22-26; Efesios 4: 13.

Cuando los dones están en continua operación , la Iglesia no debe olvidar el amor y todo los demás frutos. Dones sin amor es címbalo que retiñe. Seamos completos y balanceados ¨Lleguemos a la unidad de la fe y el conocimiento del hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la edad de la plenitud de Cristo¨

LA SANTIFICACIÓN

1 Tesalonicenses 4: 3; 5: 23; Hebreos 12: 14; 1 Pedro 1: 15, 16; 1 Juan 2: 6

La verdadera santidad tiene dos aspectos: el interno y el externo. El creyente santificado será diferente tanto interior como exteriormente. Hay de los que dicen ¨lo de afuera no importa¨, pero la Biblia enseña que sí importa.

EL MINISTERIO Y LA EVANGELIZACIÓN

Marcos 16: 15-20; Romanos 10: 15.

Los verdaderos cristianos se esforzaron por mantener las normas y principios bíblicos de reunión, comunión, servicio, adoración, amor y gobierno. Cada iglesia tiene la responsabilidad de trabajar en la evangelización del evangelio, visitando orfanatos, cárceles, hospitales, etc.

EL DIEZMO Y EL SOSTENIMIENTO DE LA OBRA

Génesis 14: 20; 28: 22; Levítico 27: 30; Números 18: 21-26; Malaquías 3: 7-10; Mateo 10: 10; 23: 23.

El creyente debe de cumplir con las obligaciones en todo lo relacionado al sostenimiento de su propia obra y del obrero. Cada iglesia local sostendrá a su pastor por medio de los diezmos y las ofrendas.

EL LEVANTAMIENTO DE LA IGLESIA

Romanos 8: 23; 1 Corintios 15: 51, 52; 1 Tesalonicenses 4: 16, 17.

Es la promesa de Dios para aquellos que se han guardado en santidad, esto incluirá a los muertos en Cristo, quienes serán resucitados y transformados en un abrir y cerrar de ojos, para así estar todos con el Señor por siempre.

LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO

Zacarías 14: 1-9; Mateo 24: 30, 31; 2 Tesalonicenses 1: 7; Tito 2: 13; Judas 14, 15.

Luego de haber transcurrido 7 años del levantamiento de la iglesia (rapto), tendrá lugar la aparición de Jesucristo en la tierra, quien vendrá con sus santos millares y salvará Israel del poder del Anticristo en la guerra del Armagedón. Él, nuestro creador, entregará el pago a los que no quisieron obedecer el Santo Evangelio, y reinará por mil años (milenio), sobre la tierra.

EL REINO MILENIAL

Isaías 2: 1-4; 11: 5-10; Zacarías 9: 10; Apocalipsis 19: 20; 20: 3-10.

El ¨milenio¨ se refiere a un período de mil años, en particular, al reinado de Cristo sobre la tierra. Este hecho comenzará con la segunda venida de Cristo y finalizará con el juicio del Gran Trono Blanco.

CIELOS NUEVOS Y TIERRAS NUEVAS

Isaías 65: 17; 66: 22; 2 Pedro 3: 13; Apocalipsis 21: 1.

Es un lugar físico en el cual moraremos con cuerpos glorificados. El Cielo que declara las sagradas escrituras, será un nuevo y perfecto lugar en el cual viviremos. La Nueva Tierra estará libre de pecado, maldad, enfermedad, sufrimiento y muerte.